Dios y su Tiempo
Perdonar... es vital para nuestra relación intima con el Eterno Dios de Amor. Perdonar la ofensa hace bien, nos libra del rencor y del deseo de venganza. Perdonar a pesar de tener mil razones para no
hacerlo es grandeza de corazón. Negarse a sí
mismo por amor a Cristo. El Espíritu Santo de Dios... nos dice: “perdona, olvida y apaga el fuego de tu enojo para que no contamine tu alma y todo tu cuerpo”
Dios y su Tiempo
Anillo de sellar… El Señor nos usa en los caminos de la fe como su anillo de sellar. Recibimos gracia inmerecida y triunfamos sobre nuestras
debilidades. La sublime gracia... es la única causa de la bendición eterna
sobre nosotros los redimidos que vivimos con nuestra esperanza en Jesucristo y su salvación
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